Estos son tiempos difíciles. La decadencia del mundo junto con las presiones de la vida cotidiana nos provoca un terrible desgaste. El agotamiento abre la puerta para que otros tipos de males nos ataquen como ser el temor. Los psicólogos lo clasifican en tres grandes grupos:
- Temor a la confrontación física: este temor es alimentado por la cantidad de información negativa a la que estamos expuestos, provocando tensión y estrés.
- Temor a la inseguridad económica
- Temor a la muerte: este temor impulsa a la gente a esforzarse por sacar el mayor provecho posible a su vida en la tierra. Sin embargo, al no tener una esperanza firme de la Vida Eterna, la amenaza de una enfermedad o violencia, sacuden a la persona y la hunden en depresión.
La Biblia nos dice que el temor surgió en el corazón del hombre en el momento que su relación con Dios se deterioró por el pecado (Gn.3:10). Históricamente la amargura, el rechazo, la rebeldía, el orgullo, han hecho que el hombre sin Dios busque a veces refugio en el ocultismo. Los amuletos son solamente un ejemplo de la forma en que el hombre sin Cristo trata de sobrellevar sus temores. Sin saber que estas prácticas sólo terminan esclavizándolo en vez de liberarlo.
Cómo vencer el temor
Lo que vemos, oímos y leemos influye enormemente en nuestro actuar, debemos saber controlar nuestra mente."Ceñir los lomos de nuestro entendimiento" (1Pedro 1:13), sujetar nuestros pensamientos. Dejar nuestra mente sin supervisión es una invitación al desorden mental. Es por eso que te animo a que:
- Saques de tu "dieta" intelectual toda "comida chatarra", aquello que no te edifica y es negativo.
- Te concentres en lo positivo.”Pensemos en todo lo verdadero, honesto, justo, puro, amable"(Fil. 4:8).
Una ley física nos dice que un mismo espacio no puede ser ocupado por dos objetos al mismo tiempo, con nuestra mente es igual. Si llenas tu mente con la verdad de Dios, no habrá espacio para las mentiras.
- Confieses el temor, te apartas de él y pidas a Dios que te ayude a superarlo (1 Jn. 1:9; 5:14-15).
- Dejes que el Espíritu Santo se mueva dentro de ti. Dios dice que "el perfecto amor hecha fuera todo temor"(1 Jn. 4:18).
No olvides darle gracias a Dios por todas sus bendiciones y tu estado de ánimo se fortalecerá, porque Cristo es nuestra fortaleza. La Biblia nos dice que Dios "no nos ha dado espíritu de cobardía, sino de poder, amor y dominio propio"(2 Ti.1:7). Además, nunca olvides que "Todo lo puedes en Cristo que te fortalece".
- Temor a la confrontación física: este temor es alimentado por la cantidad de información negativa a la que estamos expuestos, provocando tensión y estrés.
- Temor a la inseguridad económica
- Temor a la muerte: este temor impulsa a la gente a esforzarse por sacar el mayor provecho posible a su vida en la tierra. Sin embargo, al no tener una esperanza firme de la Vida Eterna, la amenaza de una enfermedad o violencia, sacuden a la persona y la hunden en depresión.
La Biblia nos dice que el temor surgió en el corazón del hombre en el momento que su relación con Dios se deterioró por el pecado (Gn.3:10). Históricamente la amargura, el rechazo, la rebeldía, el orgullo, han hecho que el hombre sin Dios busque a veces refugio en el ocultismo. Los amuletos son solamente un ejemplo de la forma en que el hombre sin Cristo trata de sobrellevar sus temores. Sin saber que estas prácticas sólo terminan esclavizándolo en vez de liberarlo.
Cómo vencer el temor
Lo que vemos, oímos y leemos influye enormemente en nuestro actuar, debemos saber controlar nuestra mente."Ceñir los lomos de nuestro entendimiento" (1Pedro 1:13), sujetar nuestros pensamientos. Dejar nuestra mente sin supervisión es una invitación al desorden mental. Es por eso que te animo a que:
- Saques de tu "dieta" intelectual toda "comida chatarra", aquello que no te edifica y es negativo.
- Te concentres en lo positivo.”Pensemos en todo lo verdadero, honesto, justo, puro, amable"(Fil. 4:8).
Una ley física nos dice que un mismo espacio no puede ser ocupado por dos objetos al mismo tiempo, con nuestra mente es igual. Si llenas tu mente con la verdad de Dios, no habrá espacio para las mentiras.
- Confieses el temor, te apartas de él y pidas a Dios que te ayude a superarlo (1 Jn. 1:9; 5:14-15).
- Dejes que el Espíritu Santo se mueva dentro de ti. Dios dice que "el perfecto amor hecha fuera todo temor"(1 Jn. 4:18).
No olvides darle gracias a Dios por todas sus bendiciones y tu estado de ánimo se fortalecerá, porque Cristo es nuestra fortaleza. La Biblia nos dice que Dios "no nos ha dado espíritu de cobardía, sino de poder, amor y dominio propio"(2 Ti.1:7). Además, nunca olvides que "Todo lo puedes en Cristo que te fortalece".